miércoles, 6 de julio de 2011

DIDACTICA DE JUDO

Lamentablemente, por muy numerosos que sean los caminos por los que muchos jóvenes llegan al judo, también son igual de numerosos por los que tantos de ellos muy pronto abandonan este deporte. Como en cualquier otra actividad recreativa, el judo tiene su propio índice de abandonos mucho antes que sus estudiantes hayan saboreado apropiadamente sus frutos. Algunos desaparecen inmediatamente. Otros se van marchando sobre el cinturón amarillo. Aunque algunos al llegar al cinturón naranja, donde la parte física puede resultar dura y el ejercicio mental se intensifica, marchan hacia otros deportes. Esta es generalmente la fase donde los estudiantes deciden que el judo no es para ellos y corren en busca del gimnasio, las tablas de windsurf o simplemente se sientan frente al televisor. Algunos jóvenes constituyen una lamentable perdida para nuestro deporte, pero lo más importante es el modo en que el judo representa una triste perdida para ellos. Generalmente están a punto de descubrir la esencia de nuestro deporte, a apreciar y entender lo que el representa. Naturalmente habrán hecho una importante inversión de tiempo estudiando la historia del judo, sus bases teóricas, una que otra palabra en japonés. Habrán también pasado la barrera del dolor y ni que hablar de las innumerables caídas sobre el tatami. A pesar de todo eso, aquellos que siguen descubren en este punto que apenas han percibido la técnica y el conocimiento del judo. Esto es tan sólo la base de todo lo que viene. Este proceso de aprendizaje y perfeccionamiento es continuo sobre todo cuando el judoca quiere incursionar en la competencia. Y es precisamente en esta etapa que el judo contribuye al desarrollo general integral del hombre. Como alentar al principiante y conseguir que no abandone para formar el futuro de este deporte es el desafío de la época. Todos sabemos que hoy los doyos (sala de práctica) han mermado notablemente en cuanto a cantidad de practicantes. Lo más lamentable es como el judo los pierde por no ofrecerle un producto más atractivo, más real, que resuelva sus problemas deportivos y no que lo castigue aplicándole una “mistica oriental” en la que no creen ni los mismos que la difunden. El judo debe aplicar el judo, es decir “ceder el paso” y este ceder.... tiene que ver con la presentación de nuestro deporte en los doyos. Los nuevos planteos educativos deben ser tenidos en cuenta. Si bien nuestra filosofía madre es el la que emana del Kodokan, las distintas escuelas de judo de todo el mundo han ido modificando los planteos educativos de difusión de nuestro deporte. Inclusive el propio Kodokan revisa permanentemente sus planes de difusión. Lamentablemente pocos tienen acceso a este tipo de información y deben ser los organismos nacionales que se ocupen de hacer llegar hasta los doyos las actualizaciones. Quizás esto pertenezca o tenga que ver con la “mística oriental” que algunos le quieren imprimir al judo. Así como tradicionalmente se enseñaba los fundamentos deportivos en forma aislada y luego con formas prearregladas se intentaba construir un judo deportivo, hoy los planteos han cambiado. El judo se enseña y desarrolla a partir de un planteo táctico de practicidad, donde se construía sobre el ensayo y error. Todos, entre los cuales me incluyo aprendimos en un sentido de enseñanza tradicional. Nos quedamos ahí y eso se nos vino en contra con la consecuencia lógica del vaciamiento de los doyos. El judo era un producto que se rechazaba. No se encontraba placer, eficiencia. Las escuelas francesas y alemanas han trabajado mucho en este nuevo planteo allá por los años '85 y han aportado a nuestro deporte un nuevo enfoque para su enseñanza. Lo que para nosotros eran los lances, retenciones o palancas, para ellos son finales, son tan solo elementos a los que hay que llegar. Y enseñan ese camino haciendo todo esto más atractivo, más práctico, ya que el alumno ve rápidamente sus frutos. Es tan solo un planteo de enseñanza nuevo, más ágil, de resultados visibles. Que no se interprete que es otro judo, un judo distinto. Es solamente un planteo metodológico que por sus características atrae al joven al tatami. Se desarrolla a partir de intentos inteligentes trabajados sobre sensaciones que se perciben con el movimiento. En estos planteos el Kuzushi y los Renzoku wazas son la iniciación del aprendizaje. El Kuzushi es planteado desde el movimiento y no como tradicionalmente lo hacemos en posición estática, mientras que los renzoku wazas son planteados desde el kumikata. En estos planteos Tori (el que ataca) y Uke(el que defiende) tienen participación activa en el trabajo. El Uke no es un simple “títere”. Esta nueva forma de trabajo, por tareas, es muy enriquecedora y atractiva. Pero a su vez proporciona un tremendo desafío para el sensei ya que la permanente elaboración de situaciones de estudio, demandará del mismo distintas respuestas. La clase ahora la pasa a comandar el alumno que presenta sus problemas, haciendo esto más atractivo. Pasar del comando al descubrimiento es el nuevo planteo que hace al alumno el centro de todo esto, lo incentiva, recreando de esta manera un nuevo planteo metodológico que busca retener a los jóvenes en el doyo.

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